jueves, 29 de noviembre de 2012



Museo della Civiltà Romana y     arquitectura fascista

Para enmarcar el escenario urbanístico que le sirve de entorno y del que es elemento destacado, es preciso aclarar al inicio mismo de estas páginas, que Roma convive con el importante legado arquitectónico fascista y con numerosas referencias al Duce, Benito Mussolini (1883-1945), sin que exista polémica alguna, al contrario de lo que sucede en España, que por el crónico y palurdo sectarismo de sus políticos intenta borrar las huellas de su pasado más inmediato. Como queda reflejado en las huellas de su grandiosa historia, Roma, la cittá aperta por antonomasia, lo acoge todo para conservarlo y, gracias al carácter práctico de los italianos, hasta logra convertirlo en atracción turística. A cualquiera que visite la Ciudad Eterna no le resultará difícil encontrar en tenderetes y mercadillos para turistas un extenso surtido de objetos, desde pañuelos a retratos de Mussolini, que testimonian su pasado fascista, sin que ningún italiano le conceda importancia o significación política alguna, porque hace muchos siglos que aprendieron a asumir su propia historia y a respetar su legado. 

Pañuelos con la imagen de Mussolini en un puesto
callejero de Piazza del Cinquecento
  
Por eso a muchos visitantes españoles sorprende la tranquila presencia del Duce, sesenta y siete años después de su muerte y de la caída del fascismo, en puntos muy destacados de la capital italiana, como la emblemática Piazza Augusto Imperatore, donde se encuentra el Mausoleo de Augusto, entre el Lungotevere in Augusta y Via del Corso, es decir, en el corazón mismo de la urbe, así como el, Palacio de la Farnesina, que fue sede del Partido Fascista y ahora acoge el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Stazione Flaminia, el mobiliario urbano de la Via dei Fori Imperiali o del Viale Luigi Einaudi, que une Piazza della Repubblica con Piazza dei Cinquecento, donde está enclavada la también mussoliniana Stazione Termini. Pero la mejor y más completa muestra de la arquitectura de la época fascista es, junto a las casas populares del barrio de la Garbatella, la emblemática zona del EUR, creada en 1942 con motivo de la Exposición Universal, diseñada para celebrar el vigésimo aniversario de la Marcha Fascista sobre Roma (1922) y cuyo nombre está formado por las siglas de la citada Exposición (Esposizione Universale di Roma), que no tuvo lugar a causa de la Segunda Guerra Mundial.

Stazione Flaminia

Stazione Termini

Estatua de Augusto en Via dei Fori Imperiali

Dedicatoria fascista en el pedestal de la estatua

Águila mussoliniana en una farola
 de Via dei Fori Imperiali

No cabe duda que entre la Roma Imperial, la renacentista y la barroca, un importante atractivo monumental y turístico está vinculado a la llamada arquitectura fascista, donde el culto a la antigua Roma se aúna bien con la megalomanía del dictador. El barrio del Eur contiene monumentales edificios de mármol blanco, en los que se pueden encontrar numerosas referencias al Duce y a su Imperio. En el Palazzo degli Uffici, que fue el primer edificio construido en el barrio, diseñado por Gaetano Minnucci e inaugurado en 1939, puede verse en el frontón principal una enorme inscripción que resume las intenciones de expansión del Duce para Roma: "La Tercera Roma se extenderá desde las altas colinas a lo largo de las orillas de río sagrado hasta las playas del Tirreno".

La Tercera Roma era el proyecto de Roma fascista de Mussolini, después de la Roma antigua y la Roma cristiana. En este edificio se conserva una enorme estela monumental que, con las técnicas del bajorrelieve usadas para las columnas conmemorativas en la antigua Roma, representa a un Benito Mussolini a caballo que, como un emperador romano, entra triunfal en sus dominios con el brazo levantado en el tradicional saludo fascista.

Palazzo degli Uffici. Estela glorificando a Mussolini

El respeto italiano por el legado arquitectónico de su pasado fascista se muestra de manera ejemplar en los avatares de dos monumentos emblemáticos del Eur, la Basílica Parroquial de los Santos Pedro y Pablo y el Museo della Civiltà Romana, ambos edificios a medio construir cuando desapareció el régimen mussoliniano, pero que las autoridades de la República Italiana no solo no derruyeron, sino que terminaron de edificar siguiendo los planos y los elementos decorativos originales de la época fascista. 

El proyecto para diseñar el Eur, después de una controversia artística muy italiana sobre sus principios arquitectónicos y urbanísticos, fue encargado a los representantes de las dos facciones rivales en la arquitectura italiana de la época: Marcello Piacentini por los "reaccionarios" y Giuseppe Pagano por los "progresistas". Cada grupo aportó sus arquitectos preferidos para diseñar edificios señalados dentro del complejo. De este modo, el EUR ofrece una imagen a gran escala de como era el modelo de la Italia urbana del régimen fascista: amplias calles planeadas axialmente y edificios austeros de "stile littorio" inspirados en la antigua arquitectura romana, aunque traducida al lenguaje racionalista de vanguardia: una arquitectura moderna, pero construida con materiales tradicionales como piedra caliza, toba volcánica y mármol.  


Basilica parrocchiale dei Santi Pietro e Paolo, 
situada en la parte más alta del EUR

Fachada principal

Decoración de la portada






No cabe duda de que el edificio más representativo del estilo “fascista” en el área del Eur es el Palazzo della Civiltà Italiana o Palazzo della Civiltà del Laboro (1938-1943), un proyecto icónico de impresionante modernidad, que desde entonces ha sido conocido como el Colosseo Quadrato, proyectado por Giovanni Guerrini, juntoa Bruno La Padula, Carlo Romano y Pier Luigi Nervi. La monumentalidad de la obra remite cualquier traducción de la inspiración histórica a una abstracción elemental que se une a la pureza de las líneas del cubo y a la repetición del arco de medio punto. La enorme mole tiene una base cuadrada, alcanza los 50 metros de altura (68 metros si se incluye el zócalo) y está completamente revestido de mármol travertino, como muchos de los edificios de la EUR. En las cuatro esquinas del zócalo hay sendas esculturas ecuestres realizadas por Publio Morbiducci y Alberto de Felci. En la base destacan 28 esculturas de casi tres metros y medio, situadas cada una bajo un arco, que fueron agregadas en 1942 y realizadas por ocho empresas especializadas en trabajar el mármol de Carrara. 

Como no procede entrar en el añejo y conocido debate acerca de las vinculaciones existentes entre arte y poder, una evidencia que se remota a la época paleolítica, me limitaré a reseñar que Mussolino fue un devoto incondicional de la fe en el poder celebrativo de la arquitectura, como se muestra en este edificio mejor que en ningún otro, lo que no le resta ni un áice a su valor como hito referencial en la Histria del Arte Contemporáneo y a su papel precursor, pues fue necesario que transcurrieran casi dos décadas, con la construcción de Brasilia, para encontrar un urbanismo tan totalizador en el que los diversos componentes se ajustaran entre sí como las piezas de un gigantesco puzzle. Personalmente, me resulta difícil no pensar en los cuadros del pintor Giorgio Chirico cuando veo esta obra tan excepcional. 

Palazzo della Civiltà del Laboro

Pureza de líneas y volumen escultórico

Arquitectura fascista en todo su apogeo

Homenaje a la Roma Imperial

"Un pueblo de poetas, de artistas, de héroes, de santos, 
de pensadores, de científicos, de navegantes, de emigrantes",
 aparece inscrito en la parte superior de las fachadas.

Perspectiva grandiosa

Después de la guerra, las autoridades italianas decidieron que el Eur serviría para el desarrollo de un distrito financiero en la periferia de Roma, idea que no empezaron a imitar otras ciudades europeas hasta décadas después, como el London Dockland de la capital británica o el barrio de La Défense en París. Durante los años cincuenta y sesenta los edificios inacabados de la era fascista fueron completados y se añadieron otros nuevos, en estilo parecido ono demasiado disonantes, para ser usados como oficinas gubernamentales y ministerios, ubicados entre amplias zonas verdes, parques y un inmenso lago artificial que delimita el espacio del Eur situado junto al Tíber y la Vía Cristoforo Colombo, que une Roma con las playas de Ostia.

Lago del Eur

Escuela de piragüismo

Un lugar diseñado para recreo y ocio

Zonas ajardinadas

Amplias aceras sobre la estación del metro

Viale America

Museo della Civiltà Romana

Una vez descrito el entorno donde se ubica, es el momento de ocuparnos de este Museo, tan singular como injustamente olvidado por quienes visitan Roma. Proyectado para ser inaugurado en el año 1942, con el objeto de conmemorar los veinte años del fascismo en Italia, la II Guerra Mundial obligó a aplazar las obras sine die, quedando el edificio a medio terminar. Fue preciso esperar a 1955 para ver el proyecto felizmente acabado, gracias a la generosa colaboración de la Fiat, por lo que la plaza donde está emplazado lleva el nombre de Giovanni Agnelli, presidente de la firma automovilística turinesa.

El complejo de edificios que alberga el museo fue diseñado por los arquitectos Aschieri, Bernardini, Pascoletti y Peressuti, ganadores de uno de los concursos para la construcción de los edificios más relevantes de la Exposición Universal de Roma en 1942, que, como ha quedado dicho, no llegó a celebrase. Especialmente fue Pietro Aschiere quien tuvo el papel más destacado, pues fue él quien creó su monumental y sobria estructura, tan del gusto del régimen mussoliniano.

El espacio arquitectónico se articula en dos contundentes cuerpos de fábrica simétrico y paralelos, enlazados por un gigantesco pórtico de columnas de travertino, que delimita y actúa como fondo escenográfico de la plaza creada y limitada por los propios edificios.

Pórtico columnado

Monumentalidad clásica

Peristilo porticado de la entrada

Las águilas fascistas no han sido eliminadas

Las dos alas enfrentadas 

En el centro de ambos edificios y de forma lateral a la plaza se abren se abren sendas monumentales entradas porticadas que interrumpen el volumen compacto de las fachadas, constituidas por enormes paredes ciegas revestidas de bloques de toba oscura, trabajados en forma de almohadillado y coronadas por uina cornisa de travertino. La elasticidad del espacio exterior se ve compensada por un marcado dinamismo del espacio interior, articulado en una secuencia irregular de salas de distinta estructura y amplitud.

El impresionante vestíbulo de ingreso

Victoria procedente de Cartago, mitad del siglo II d.C.

Prisionera germánica conocida como "Thusnelda", prodecente de Villa Medici.
Comienzos del siglo II d.C. 

Las primeras salas

Ara dei Gemelli Romolo e Remo. Procedente de  Ostia. 124 d.C.

Relieve frontal del Ara

Sarcófago Mattei

Detalle del Sarcófago Mattei
Loba Capitolina



El primer núcleo de las colecciones se remonta a la exposición arqueológica organizada en 1911, durante las celebraciones para conmemorar el cincuentenario de Roma como capital de la moderna Italia unificada. A este material inicial se añadieron las obras encargadas de conmemorar en el año 1937 el segundo milenio del nacimiento de Octavio Augusto, formando un conjunto cuyo interés expositivo hizo que se decidiera su muestra de forma permanente. El valor y el encanto de este gran museo reside en que es el único del mundo donde es posible ver de forma articulada el esplendor de la civilización romana, expresada en el valor documental de los calcos resultantes de los originales y con la capacidad de ofrecer la reconstrucción original de muchas grandes obras esparcidas por los museos de todo el mundo.

Julio César vestido como Emperador. Época de Trajano. 98-117 d.C.




Augusto de Prima Porta. Anterior al año 20 a.C.











Las colecciones del museo se dividen en 59 secciones, dispuestas en una superficie de doce mil metros cuadrados. Las salas cuentan con una altura media de diez metros y la superficie expositiva suma más de tres kilómetros. Las primeras catorce secciones delinean una síntesis histórica de Roma desde sus orígenes hasta el siglo VI d.C., culminando en una sección dedicada al Cristianismo. El material expositivo ilustra todos los aspectos de la antigua civilización romana, gracias a una imponente colección de calcos de piezas originales y de preciosas maquetas que reconstruyen muchos monumentos representativos de diversas provincias del imperio romano. De estas salas merece la pena señalar el pronaos del Templo de Augusto en Ancyra (la moderna Ankara) con el texto del testamento espiritual del emperador Octavio Augusto.





Estatua de Lucio César, Procedente de Corinto. 4-14 d.C.

Cabeza de Lucio César, hijo adoptivo de Augusto. Corinto

Livia o Drusila. 14-41 d.C.

Relieve del Ara Pacis. La familia de Druso. Época augustea

Pedestal de una estatua de Tiberio. Posterior al año 30 d.C.






Relieve del Arco de Tito, construido por Vespasiano para conmemorar
  la toma de Jerusalén en el año 70 d.C.






Maqueta del Estadio de Domiciano. Aproximadamente del año 86 d.C.

Coliseo de Roma






Conmemoración del advenimiento de Domiciano. 81-96 d.C.















Columna de Galo Duilio. Época augustea, 27 a.C.-14 d.C.









Ara de Domicio Enobarbo. Templo de Marte. Roma. Época claudia


Victoria de Brescia. Siglo I d.C.












Retrato de Lucio Vero. 180-183 d.C.






Victoria de Calvatone, 161-169 d.C.







Maqueta de la Villa Adriana, 117-138 d.C.














Monumento a Marco Aurelio, levantado por Comodo en
  Campo Marzio  y colocado posteriormente en el Arco de Constantino


Detalle del monumento a Marco Aurelio, sobre 180 d.C.











Relieve con Antinoo, procedente de la Villa Adriana. Época adrianea






Decio representado como Marte, 245-255 d.C.


Retrato colosal de Constantino del Museo Capitolino, S. IV d.C.












Sarcófago de Giunio Basso, 359 d.C.

Sarcófago de Constantina, hija del emperador Constantino el Grande,
de mediados s. IV d.C.

Las restantes cuarenta y cinco secciones están dedicadas a los distintos aspectos de la vida pública, religiosa, económica, privada y también militar, desde el armamento utilizado a las máquinas especialmente fabricadas para los asedios, pasando por los navíos que mantuvieron el poderío marítimo de Roma. Símbolos del museo conocidos en todo el mundo son las grandes maquetas que reconstruyen la Roma del emperador Constantino y las copias de la columna Trajana encargadas por Napoleón III.


Legionario romano

Cuadriga romana

El material expositivo tiene un gran valor documental y didáctico, especialmente visible en el caso de las copias de originales ya perdidos o destruidos y en la reproducción de obras antiguas esparcidas en la actualidad por los diversos museos del mundo y de monumentos dispersos por la amplia geografía del del Imperio, en ocasiones de tamaño real gracias a la gran altura de las salas, ofreciendo al visitante una panorámica única de la civilización romana. También forman parte importante de la colección las reconstrucciones de utensilios de la vida diaria, herramientas de los distintos oficios, máquinas, juguetes, instrumentos musicales, expuestos en réplicas elaboradas en base a las descripciones de los autores antiguos y en los hallazgos arqueológicos. Especialmente logradas son las recreaciones de la casa romana, destacando la de una biblioteca privada de sorprendente fidelidad en todos sus detalles.











En la actualidad el Museo está siendo objeto de una intervención de saneamiento estructural y obras de rehabilitación que afectan a algunas salas, por lo que permanecen cerradas al público, circunstancia que no menoscaba en manera alguna el interés de la visita. Finalmente, nos detendremos en los dos grandes símbolos conservados en el Museo y que justifican por sí mismos que el visitante a Roma dedique medio día a recorrer sus salas y, de paso, a disfrutar de un hermoso paseo por el Eur.


Maqueta monumental de la Roma imperial

Entre 1933 y 1971 el arqueólogo italiano Italo Gismondi diseñó y construyó esta enorme maqueta de la Roma en los tiempos del emperador Constantino I el Grande (272-335), que el visitante puede ver en todos sus detalles ya que está situada en posición baja respecto al observador, con lo que son fácilmente apreciables su extensión total y el juego de sus asombrosas perspectivas. El modelo es a escala 1:250 e integra las especificaciones de la Forma Urbis, un mapa de mármol de Roma hecho a principios del siglo III (en tiempos del emperador Septimio Severo), el minucioso mapa arqueológico de Roma dibujado a finales de siglo por Rodolfo Lanciani y los datos obtenidos de excavaciones posteriores. Viendo la maqueta, uno es capaz de imaginar el grandioso impacto que debió ser para los viajeros de hace casi veinte siglos la visita a la gran urbe, rebosante de suntuosos monumentos, de calles y mercados abarrotados, de gigantescas y concurridas termas, así como de elegantes bibliotecas, palestras, teatros, circos e hipódromos.
Sala de la Maqueta de Roma y galería elevada para los visitantes

Colina Capitolina

Foros Imperiales

Termas de Constantino y Templo de Serapis

Termas de Diocleciano

Teatro de Marcelo e Isla Tiberina

Réplica de los relieves de la Columna Trajana

Consistente en los calcos de todos los relieves de la Columna, dispuestos a la altura de la vista, lo que permite ver y fotografiar con detalle las excepcionales escenas que relatan la conquista de la Dacia (actual Rumanía) por el emperador Trajano a comienzos del siglo II. Los moldes de esta obra excepcional fueron realizados en 1861-62 por encargo de Napoleón III. Existen dos copias en el mundo: la otra se conserva en el Victoria and Albert Museum londinense.



El magnífico Salón de Actos 

























Atlas Farnese, siglo II d.C.

INFORMACIÓN PRÁCTICA

Horario de apertura

El Museo está abierto de martes a sábado, de 9 a 14 horas. Los domingos de 9 a 13.30 horas, cerrándose la taquilla una hora antes.

Está permitido hacer fotos en el interior del Museo, aunque no con flash o trípode, ni utilizar videocámaras. 

Ubicación

Piazza Giovanni Agnelli 10, tel. 0039 060608, fax: 0039 06 5926 135

Cómo llegar

Lo más cómodo y barato es utilizar el metro: parada "Eur Fermi". El Museo queda a menos de diez minutos andando. La entrada está situada en el ala derecha del conjunto. 

Creo que estas páginas de mi blog "El Saco del Ogro" ofrecen la mejor y más completa información que es posible conseguir en Internet del Museo della Civiltà Romana, ya que la página oficial de esta institución, a pesar de mostrar detalles específicos del recorrido museístico, contiene fotos de muy baja calidad, como se puede comprobar en el enlace siguiente: 




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