lunes, 23 de enero de 2017


                                  ANGELA DAVIS:
           LAS MOMIAS PROGRES NUNCA MUEREN

Carteles en la marcha de mujeres en Washington



Aunque a estas alturas uno esté curado de espantos, me ha llamado la atención que entre las organizadoras de la marcha de mujeres de Washington esté Angela Davis, Premio Lenin de la Paz, quien dirigió una vibrante arenga feminista (PINCHAR AQUÍ), sin duda para calentar los ánimos en el frío invernal de la capital federal estadounidense.

Angela Davis, quien fuera un icono del progresismo mundial durante los años 60 y 70 del pasado siglo, en los que estuvo en el movimiento de los Panteras Negras y que en 1997 se definió a sí misma como “comunista, feminista y lesbiana” en la revista Out, publicó en 1974 (cuando contaba 28 años) una “Autobigrafía”, reeditada hace poco en España, siempre a la vanguardia de la modernidad. Pero, lo más interesante del asunto es que su libro lleva el prólogo de un ilustre conocido nuestro, defensor sin tacha de las libertades democráticas. Su nombre: ¡Nada menos que Arnaldo Otegui...!



A pesar de que desconozco qué derechos concretos de las mujeres están amenazados por Trump, no deja de parecerme penoso que estas señoras (no sé si este subjuntivo les sonará a ofensa), nunca se hayan hayan manifestado contra las sangrientas guerras de Obama o contra la terrible situación de los refugiados en Europa. Tal vez para su particular sensibilidad hembrista (que es la verdadera categoría opuesta al machismo) estas catástrofes humanitarias sean peccata minuta y sus preocupaciones no sean otras que polarizar todavía más la sociedad norteamericana para que, cuando llegue el momento, se pueda justificar el golpe de Estado, blando todavía, que la mayoría de los medios de comunicación y buena parte del establishment de Washington vienen alentando contra el presidente Donald Trump desde que fue proclamado ganador de las recientes elecciones. El tiempo lo dirá.

Angela Davis con Erich Honecker, último presidente de la
República Democrática Alemana, encarcelado tras la caída del Muro de Berlin



1 comentario:

  1. Está visto que, como siempre, la izquierda no sabe perder, pero eso sí, en incordiar y en dar la murga son verdaderos maestros.
    ¡Caramba! Es que no le han dado ni veinticuatro horas.

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