lunes, 10 de septiembre de 2012


SIRIA: SANGRE, FUEGO, MENTIRAS
 Y CINTAS DE VÍDEO


Jóvenes yihadistas sunitas, combatientes en el nombre de Alá

El conflicto sirio lleva más de un año ocupando las primeras páginas de la prensa de todo el mundo, además de acaparar la sección de política internacional (concepto que bien podría ser rebautizado como “política de las geoestrategias en conflicto”). En las televisiones árabes, los frecuentes y apasionados debates sobre la cuestión siria acaban frecuentemente en agresiones verbales, e incluso físicas, cuando alguno de los contertulios se atreve a cuestionar la verdad oficialmente admitida de que en Siria se está dilucidando una guerra civil por la conquista de las libertades cívicas, secuestradas por el siniestro régimen de Bashar Al-Assad, que es presentado en los países de mayoría sunita y en todo los medios informativos occidentales como una reencarnación de Satán, un cruel déspota que masacra a su pueblo con tal de permanecer en el poder. Aunque sobre estas cuestiones ya me pronuncié con claridad en mi anterior artículo "Siria: la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad", que, por cierto, ha merecido una atención que no esperaba, he creído oportuno insistir en algunos aspectos dignos de ser analizados para que el conflicto que desgarra Siria desde hace más de un año cobre su exacta y aterradora dimensión en ese torrente de la Historia que nos arrastra sin que tengamos sosiego para reflexionar a dónde nos llevará.


Mujeres veladas en la entrada de la Ciudadela de Alepo

Damasco. Tumba de Saladino

Moda religiosa inspirada en la sharía

En las ruinas de Palmira

Al comienzo de esta segunda y, por el momento, última entrega, he creído conveniente incluir un enlace (pinchar aquí) que permite acceder a un magnífico trabajo en el que se muestra la Siria real, la misma que yo tuve ocasión de conocer y que va a resultar imposible que vuelva a existir.

Quiero volver a insistir en lo  que considero un asunto de capital importancia: que para distorsionar la realidad siria y presentarse como liberadores, los rebeldes se han ocupado de falsear los acontecimientos acaecidos desde el inicio mismo de las revueltas con la complicidad de los medios informativos de las monarquías del Golfo y de las grandes agencias de información occidentales, plegadas a los intereses estratégicos de EE.UU., resumibles en dos causas que se refuerzan mutuamente: la voluntad de cercar política, económica y militarmente la Rusia de Putin y el control de las zonas de producción y distribución de las reservas mundiales de petróleo y gas natural. La sumisión de los países de la OTAN es algo que, ni decir tiene, está incluido en el guión. Por el control de la información, los periodistas independientes han sido elegidos como blanco para que no trascienda al gran público la naturaleza y la autoría de las masacres realizadas con estremecedora frecuencia en las ciudades y pueblos sirios. Por este motivo, el pasado día 27 de junio, la “resistencia democrática” perpetró una nueva acción terrorista en Damasco: periodistas sirios y agentes de la policía fueron asesinados en los locales de la Al-Ikhbariya TV, en un ataque coincidente en el tiempo con la decisión de la UE de imponer sanciones para silenciar la difusión de noticias por parte del Organismo de la Radio-Televisón Siria.


Coche-bomba ante la sede de la Seguridad Nacional

Coche-bomba ante el Palacio de Justicia de Damasco 

La nube de humo se eleva en el cielo de Damasco

Con su habitual cinismo, ni Reporteros Sin Fronteras (RSF), que sigue presentando al Ejército Sirio Libre como principal protagonista de una "sublevación democrática", ni la cadena France 24, auténtico ariete a favor de la intervención francesa, ni los diarios españoles o los restantes medios de comunicación occidentales, repiten otra cosa que no sea la versión oficial de la OTAN, en la que a España corresponde el poco honroso papel de comparsa que tradicionalmente ha representado desde que participó con barcos y marinería de cupo en la primera guerra del Golfo durante el mandato de Felipe González, hasta nuestra “misión de paz” en Afganistan, país tan absolutamente fuera de los intereses españoles como la Luna, intervención por la que llevamos pagados los contribuyentes más de dos mil millones de euros. Por si fuera poco, el parlachín ministro García-Margallo acaba de prometer a Abdul Baset Seida, representante de los opositores sirios, con quien se reunión en Madrid hace unos días, incrementar la aportación a la, ¿cómo no?, “ayuda humanitaria a Siria”, de la que ya ha sido entregada la cantidad de 400.000 euros de nada. ¡Para eso el gobierno ha suprimido la paga de Navidad a sus funcionarios, qué leches!

El ministro García-Margallo con el representante de la oposición siria 


Para impedir que se sepa dentro y fuera de Siria lo que verdaderamente sucede, al menos veintisiete periodistas, la mayoría sirios, han muerto o han sido asesinados mientras realizaban sus funciones de información desde principios de 2012. Sus nombres están en la página web de la UNESCO dedicada a su memoria. La última víctima ha sido la periodista japonesa Mika Yamamoto, muerta en Alepo al ser alcanzada por los disparos de un francotirador cuando cubría los enfrentamientos entre las tropas de Bashar Al-Assad y los rebeldes yihadistas.


La periodista japonesa Mika Yamamoto, 
asesinada en Alepo

Dado que el lugar en que cayó muerta estaba situado fuera de la zona controlada por el ejército leal al gobierno de Damasco, caben pocas dudas acerca de que la certera bala que le atravesó la cabeza fue disparada por un guerrillero yihadista de los muchos miles que se han infiltrado en territorio sirio desde Jordania y Turquía, cuyo apoyo a los rebeldes es público y notorio, con el consentimiento de la OTAN, de la que Turquía es miembro. Como es cierto que a veces una imagen vale más que mil palabras, inserto a continuación una fotografía de la Agencia Reuters expuesta en la 24º edición del Festival de Fotoperiodismo de Perpiñan, cuyo título es el siguiente: “Un francotirador del Ejército Libre de Siria dispara con su rifle desde una casa en Alepo el 14 de agosto de 2012”, es decir, seis días antes de que Mika Yamamoto fuera abatida por el certero disparo de otro francotirador.

Un francotirador del Ejército Libre de Siria dispara con su rifle desde una casa en Alepo,  el 14 de agosto de 2012

Ante semejantes hechos resulta incontrovertible, para todo aquel que pretenda saber de manera objetiva qué está ocurriendo en Siria, que la autoría del asesinato de la periodista japonesa recae en el terrorismo yihadista que siembra el terror y aterroriza a la población, cogida entre dos fuegos, como fase previa para provocar el derrocamiento de Al-Assad con las bendiciones de Arabia Saudita, Qatar, Turquía, Egipto y la colaboración de los países vinculados a la OTAN y, por ello, a los criterios geoestratégicos diseñados desde el Pentágono con el apoyo de los grupos de presión de la industria armamentística norteamericana, a cuyos criterios se plegó el presidente Obama cuando firmó hace meses una orden secreta que autoriza “operaciones encubiertas” de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para apoyar a los grupos armados que operan en el país árabe, noticia de la que no se ha hecho eco, que yo sepa, ningún medio de comunicación español, aunque quepa encontrarla en los de otros países alejados de la esfera de influencia geoestratégica de la OTAN.







Como puede verse, no toda la prensa mundial informa de la misma manera y por eso cabe saber otras cosas de las que aquí no nos enteramos, pero que confieren al conflicto sirio esa dimensión internacional que viene denunciando el presidente Al-Assad. El examen de estos hechos nos muestra la verdadera dimensión de un conflicto que, de otra manera, carece de explicación racional. En efecto, si sabemos que Siria cuenta con uno de los ejércitos más potentes y mejor entrenados del Próximo Oriente y que la mayor parte del territorio sirio está formado por el desierto, en el cual resulta imposible a los rebeldes hacer frente a los tanques y a la aviación leales al gobierno de Damasco, la respuesta a la pregunta de cómo el ejército sirio no ha sido incapaz de aplastar en un año a los guerrilleros yihadistas se resuelve de manera evidente: porque el número de mercenarios infiltrados es mayor al que se nos dice, porque cuentan con el armamento más moderno que existe e incluye medios para destrozar los tanques del ejército gubernamental, porque los guerrilleros yihadistas están bien entrenados y mejor dirigidos por oficiales turcos y por comandos infiltrados de la CIA y de la OTAN y porque concentran sus ataques en las ciudades en las que reside la mayor parte de la población siria, a la que no cabe otro remedio que servir de parapeto a los guerrilleros, que solamente pueden ser alcanzados por los ataques masivos de la artillería y de la aviación gubernamentales, que no dudan en bombardear las manzanas o los barrios en los que los yihadistas se hacen fuertes, con las lamentables consecuencias que conocemos, porque esas imágenes de destrucción, esas sí, son las que con exclusividad son divulgadas por los medios de comunicación árabes y la mayor parte de los occidentales. Para comprender esto no creo que se necesite ser especialista en asuntos bélicos o muy ducho en estrategia militar.


Tanque atacado por los rebeldes
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/53107-intervencion-marcha-oficiales-turcos-toman-mando-rebeldes-siria

Vladimir Zhirinovski, líder del Partido Liberal Democrático de Rusia, criticó el artículo del The Washington Post que llamaba a la "violencia para derrocar al actual gobierno en Siria, que incluye el uso de la aviación y otros medios de EE.UU.". En en ese artículo, los senadores John McCain, Joe Lieberman y Lindsey Graham pidieron a la administración de Obama que "directa y abiertamente proporcione asistencia sólida a la oposición armada, incluidas armas, Inteligencia y entrenamiento”.

Zhirinovsky señaló que si el presidente Obama sigue el consejo del Congreso y reconoce la necesidad de apoyo armado a los insurgentes sirios, la situación será irreversible y “Siria seguirá el destino de Afganistán, Irak, Libia y otros países, cuya soberanía sigue siendo sólo la de un Estado sobre el papel”. A pesar que su partido se opone a la interferencia externa en los asuntos militares de otros Estados, Zhirinovsky razonó que si los rebeldes piden ayuda a los senadores de EE.UU., su partido podrían exigir a los dirigentes rusos que apoyen abiertamente al gobierno sirio. Como es natural, estos hechos no son suficientemente divulgados por nuestros medios informativos, pero si aparecen reflejados en fuentes alternativas de fácil acceso gracias a Internet, como el blog de Fernando Bazán, especialista en el seguimiento del drama sirio y miembro del Centro de Estudios del Medio Oriente Contemporáneo (CEMOC), con sede en Córdoba (Argentina).

Guerra en la calle y guerra en los medios, materializada en la intimidación de la población para que se una a los rebeldes o abandone sus casas y propiedades por miedo a ser asesinada por resultar sospechosa de apoyar al régimen de Bashar Al-Assad. Como ejemplo aleccionador cabe mencionar la campaña de acoso contra Nabil Fayad, un conocido intelectual sirio de familia sunita, farmacéutico y especialista en el estudio de las religiones comparadas, conocedor del hebreo y del arameo y autor de muchos libros sobre el islam, el cristianismo y el judaísmo y que hemos sabido por las crónicas de Robert Fisk, el periodista independiente más premiado de Gran Bretaña y gran especialista en los asunto del Oriente Próximo .

El doctor Nabil Fayad, lleva años como opositor activo al régimen de Bashar Al-Assad, defendiendo para Siria una opción democrática y liberal ajena a cualquier subordinación de tipo religioso. Menciono y recalco estos antecedentes del Dr. Fayad para que nadie pueda identificarlo como miembro o partidario del partido Baaz que gobierna Siria. Su bien probada trayectoria democrática unida a su independencia intelectual acreditan el especial valor de sus comentarios acerca de los terribles acontecimientos que asolan a la nación y al pueblo sirio.

Es preciso decir, para quien no lo sepa, que el Dr. Fayad salvó la vida de milagro cuando al regresar a su casa, después de haber salido en busca de alimentos, se encontró con un grupo formado por unos treinta hombres que le estaban esperando para secuestrarlo. En cuanto se percató de la situación, corrió en dirección a las tropas del ejército sirio leales al Gobierno, que le dieron protección para encontrar refugio en su domicilio. Fayad atribuye su intento de secuestro a la condena, difundida por diversos medios de comunicación, de que la minoría alauita a la que pertenece el presidente Bashar Al-Assad será masacrada si los sunitas radicales accedieran al poder después de derrocar al gobierno, así como por su conocida postura contraria a las doctrinas y planteamientos del islamismo extremo.

En unas declaraciones realizadas a finales del pasado agosto en la cadena Al-Jazzira, el Dr. Fayad manifestó que sentía miedo de la suerte que correría Siria si cayese el gobierno de Al-Assad sin una alternativa viable y hasta se atrevió a denunciar el imparable crecimiento del yihadismo islamista en las fuerzas opositoras al régimen, así como que acabar con el régimen de Al-Assad le parecía una tarea sencilla si se comparase con la batalla que se desencadenaría entre sus potenciales sucesores.

Para desacreditar sus opiniones, Mohand Khalil, uno de los más radicales comentaristas de la cadena Al-Jazzira dijo en su programa: “Fayad clama que odia a Estados Unidos e Israel, pero al mismo tiempo se presenta como liberal y protector de los judíos. Fayad es un sinvergüenza, cuya familia le ha rechazado.” Khalil incluso denunció a la dirección del programa por permitir que se expresara Nidhal Naisa, a quien llamó “matón, un hombre del régimen, que afirma ser opositor. Pero la diferencia entre Naisa y Fayad está en que mientras Naisa pertence a la comunidad nusayrí (o (o alauita), que defiende a su grupo herético y a la tiranía de su país, Fayad no es más que un perro (sinónimo de traidor) que ladra en favor del régimen”. Diferencia sutil que señala bien a las claras que lo que en Siria se vislumbra es la exclusión de toda la población no sunita, e incluso a los sunitas conocidos por haber dado su apoyo a Bashar Al-Assad.

Según hemos podido saber por las crónicas de Mikel Ayestaran, enviado especial a Damasco del diario ABC, el jeque Adnan Al-Arur tiene tres veces por semana un programa en el canal saudí Al-Safa dedicado exclusivamente a despotricar contra el régimen sirio y muy especialmente contra las minorías religiosas, entre ellas todas las cristianas, sobre las que se ha mantenido el régimen sirio. Como muestra de sus perlas más preciadas destaca el día en que se dirigió a la primera dama siria diciéndole: “Asma, tú tienes sangre sunita, así que envenena a tu marido”. Eso fue en las primeras semanas de la revuelta, pero con el paso de los meses su tono se ha ido radicalizando más y más hasta proclamar recientemente que “a cualquiera que no apoye nuestra lucha contra el tirano, lo meteremos en una máquina de picar carne después de lograr la victoria y arrojaremos el picadillo a los perros”.

Los vídeos filmados por aficionados inundan Internet con las barbaridades cometidas por los guerrilleros mercenarios reclutados por la Yihad Islámica. Especialmente impactantes son las imágenes que muestran cómo varias personas arrojan los cuerpos de los empleados de una oficina de correos desde el tejado del edificio en cuyos bajos estaba instalada. En este ambiente de violencia extrema no es de extrañar que las minorías religiosas cristianas vivan aterrorizadas ante la toma del poder por los grupos de religiosos fanáticos. Las frecuentes fotos de los yihadistas pertenecientes al autodenominado “Ejército Sirio Libre” adornados con espesas barbas, los antiguos nombres islámicos que han adoptado sus brigadas y los eslóganes religiosos que acompañan sus emisiones televisivas han hecho que millares de personas sospechosas de ser partidarios del régimen sirio, entre ellas miles de cristianos, hayan huido o estén intentando salir de Siria para salvar sus vidas, mientras sus propiedades quedan a libre disposición de ser saqueadas como botín de guerra por los rebeldes yihadistas.

Mercenarios yihadistas combatientes en Siria

Resulta escandaloso que las agencias de noticias occidentales no informen de los miles de cristianos cuyos asentamientos están siendo sitiados por las fuerzas rebeldes y que conozcamos estos hechos por las emisiones de Radio Vaticano.


Instalaciones de Radio Vaticano

Al día de hoy, muchos ciudadanos del mundo e incluso de la propia Siria se preguntan a diario cómo un pequeño país de Oriente Próximo, con una población inferior a los veinte millones de habitantes y donde las diferentes confesiones religiosas han convivido pacíficamente bajo un gobierno laico, se haya convertido en una hoguera de odios religiosos desde hace más de un año. Muchos analistas internacionales vienen alertando desde hace meses de que Siria es víctima de una guerra mundial localizada en la que el viejo concepto de “guerra fría” ha sido rescatado de los archivos del pasado. Por obra y gracia de Estados Unidos, los dos bloques enfrentados son las naciones occidentales pertenecientes a la OTAN y su núcleo duro anglosajón y francés, apoyado por las petro-monarquías del Golfo Pérsico, con el sistema institucional de la ONU como brazo político y la OTAN como brazo militar. Por la otra parte están Rusia y la mayoría de países pertenecientes a los BRICS (Brasil, India y Sudáfrica) y China con los países asiáticos integrantes en la denominada Organización de Cooperación de Shangai.

Representantes rusos en la ONU vetan la intervención en Siria

Representantes de la República Popular China

Las últimas reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han dejado muestras del tenso desencuentro entre los dos grandes bloques a causa al veto chino-ruso a una intervención militar extranjera en Siria, a pesar de que Turquía no oculta su participación en el conflicto apoyando a las tropas yihadistas reclutadas para provocar el caos y derrocar al presidente Asar Al-Assad. En el fondo de la cuestión subyace la clave de la política energética del siglo XXI. Los servicios de inteligencia occidentales son conscientes de que la hegemonía mundial y la calidad de vida de sus sociedades no podrán ser mantenidas sin el control directo sobre los ingentes recursos naturales que albergan las regiones de Oriente Próximo, el Cáucaso y Asia Central, por lo que buscan copar las posiciones de privilegio sobre el terreno. En esta estrategia, Siria resulta una pieza clave para someter a Irán y servir de justificación a un eventual ataque contra las centrales nucleares iranias. Como parece natural, Rusia y China se resisten a que EE.UU. controle sus zonas de influencia geopolítica y los recursos naturales de las mismas, lo que pondría en peligro sus respectivos desarrollos económicos.




Los acontecimientos se han venido precipitando desde el gran atentado terrorista perpetrado el pasado mes de julio en Damasco contra la Sede Central de la Seguridad Nacional, que provocó la muerte de altos funcionarios del gobierno sirio, entre ellos el ministro de Defensa, Daud Abdalláh Rayija, y el Vice-Jefe del Estado Mayor, Aseef Shawkat, cuñado del presidente Bashar Al-Assad, seguida de la entrada masiva de mercenarios desde la frontera jordana el día después de lo que pretendió ser el golpe definitivo al Gobierno sirio, operación en la que la Turquía del sunita Erdogan desempeña un papel fundamental por compartir una amplia frontera con Siria, nación sobre la que sueña tener influencia por considerarla tierra desgajada del último califato musulmán, el otomano.

La operación bautizada como “Volcán de Damasco” significó un duro golpe para el gobierno del presidente Al-Assad, aunque no consiguió sus últimos objetivos: derrocarlo. El foco de la tensión se trasladó posteriormente a la ciudad de Alepo, en el norte de Siria y cercana a la frontera turca, por donde, desde el mismo inicio del conflicto, no dejan de afluir yihadistas y milicianos de Al-Qaeda (?). Los mismos que queman a los caídos en combate para que no pueda averiguarse sus nacionalidades y los países de donde proceden. Estos mercenarios engrosan las filas del Ejercito Sirio Libre, cuyo mayor objetivo es convertir a Siria, el único país árabe de constitución laica, en un califato islámico donde se aplique rigurosamente la Sharia, algo que no tienen reparo en proclamar a los cuatro vientos, tal como puede verse en un vídeo, incluido en un artículo con su visión del conflicto, por Nagham Salman, directora de proyectos europeos de investigación y analista política especializada en los asuntos del Próximo Oriente.


Convertir Alepo en el principal escenario del conflicto viene dado no solo por ser esta ciudad la capital económica y comercial de Siria, sino porque es la llave estratégica del país y su puerta a Turquía. Toda la oposición siria, junto a sus padrinos de los gobiernos árabes y occidentales han decidido convertir Alepo en la “Bengasi siria”. La proximidad geográfica a la frontera turca le confiere una situación privilegiada para recibir armas, suministros y nuevos contingentes de mercenarios para derrocar al gobierno. La idea es que, tras una supuesta caída del régimen sirio, se convierta en la capital de un nuevo Estado segregado de la actual Siria, según un plan de partición parecido al que configuró la ocupación francesa en virtud del Tratado Sykes-Picot firmado secretamente por Gran Bretaña y Francia en 1918.

Una prueba fehaciente de que el conflicto internacional localizado en Siria puede extenderse en el tiempo y en el espacio es el hecho de que hace pocas semanas, casi tras seis años de negociaciones, el Tratado del Comercio de Armamento ha entrado en una vía muerta. Sin pudor alguno, Rusia y EE.UU. se han puesto al frente de los intereses de su industria armamentística para retrasar cualquier posible acuerdo que ponga fin a este negocio miserable, que solo durante el último mes de negociaciones ha segado la vida a decenas de miles de seres humanos. Sin duda alguna, el conflicto sirio es una gran fuente de ingresos para los fabricantes de armas y todavía sería más lucrativo si el conflicto se extendiera a toda la región de la mano del salafismo sunita. Ya se sabe que para resolver una crisis económica, la guerras han sido siempre uno de los mejores remedios. Por eso, el Royal United Services Institute (la prestigiosa institución británica) aseguró en un informe que la intervención militar en Siria de las naciones occidentales apoyada desde Jordania y Turquía era inevitable. En este sentido el profesor Michael Clarke dijo: “Hay guerras que las buscas tú y hay otras que te las buscan, y el caso de Siria está entre las segundas”.

Una tierra en el ojo del huracán

No podemos ignorar las implicaciones geopolíticas que se ocultan tras el hostigamiento al único país laico del Oriente Medio, después de la caída de Mubarak en Egipto y de la subida al poder de Murso, fiel ejecutor de la ideología islamista de los Hermanos Musulmanes. El descubrimiento de importantes campos de petróleo en el Este de Siria y, sobre todo, de enormes bolsas de gas en la costa mediterránea, junto al deseo de Occidente de dar salida al petróleo de Arabia Saudita por territorio sirio son argumentos suficientes para desencadenar el conflicto. Por si fuera poco, Rusia mantiene una base naval en Tartus, una ciudad marítima situada a medio camino entre Damasco y Alepo, que le sirve de escala para abastecer los navíos que realizan la ruta del Mar Negro. Ha podido saberse que las autoridades de Moscú habían pensado destruir su base naval a principios de agosto si el conflicto se hubiera agravado hasta el extremo de poner en peligro sus instalaciones.

Pese a la manipulación informativa de cada día, es posible comprobar en las hemerotecas que el gobierno sirio ha sido el único que ha hecho propuestas políticas reales para encontrar un salida política, aceptando el pasado 27 de marzo los seis puntos del plan de paz de Kofi Annan y la celebración de elecciones parlamentarias a finales del 2013, sin la concurrencia en los comicios del Bashar Al-Assad.



Basar Al-Assad recibe al enviado de la ONU

Los cascos azules abandonan Siria a su suerte

Pero la oposición no desea salida política alguna y se aferra a la exigencia previa de derrocar al actual gobierno, por lo que Kofi Anann fracasó estrepitosamente en su papel de mediador y que los enviados de la ONU abandonaran el trabajo de campo después de sufrir varios atentados que acabaron con la vida de algunos militares del ejército gubernamental que servían de escolta a los delegados internacionales, dejando a las ciudades y pueblos sirios al albur de los yihadistas, cuyos ataques dejaron de ser verificados por observadores internacionales independientes a los dos bandos en litigio y la desinformación consiguiente vino de suyo. Como muestra, inserto un enlace que, desde esta perspectiva, ofrece una versión novelesca de la realidad siria elaborada por Ana Carbajosa, corresponsal de El País ¡¡en Jerusalén!! ¡Qué cosas!

Ni que decir tiene que la gran manifestación que tuvo lugar en Damasco que reunió a más de un millón de personas en apoyo del presidente Al-Assad, la más grande concentración de toda la historia siria en apoyo del régimen, no ha servido para que la opinión pública considere posible que el régimen sirio cuente con mayor apoyo popular del que oficialmente se nos dice.

En los siguientes enlaces puede verse la manifestación en apoyo del presidente Bashar Al-Assad celebrada en Damasco el pasado mes de octubre, cuando la capital de Siria no había sido alcanzada por los atentados del terrorismo yihadista con la virulencia propia de nuestros días, en la que sería imposible sin provocar un baño de sangre de magnitudes desconocidas.





Por contraste, los informativos y las páginas de los periódicos dan buena cuenta de manifestaciones populares contrarias al gobierno de Damasco que son trucajes fotográficos o cuya cifras de participación han sido infladas de una manera tan estrafalaria que llega a lo inverosímil, tal como sucedió con la manifestación antigubernamental que tuvo lugar en Hama, según sabemos gracias a una crónica de Pierre Piccinin, Profesor de Historia y Ciencias Políticas en la Escuela Europea de Bruselas I y Maître de Stages en la Université Libre de Bruxelles (ULB). Su relato es de tal exactitud que no me resisto a transcribirlo íntegro:

"El asunto de Hama" o cómo 10.000 manifestantes se convierten en 500.000 en los despachos de la AFP. Por Pierre Piccinin

Hama - 500.000 manifestantes (despacho de la AFP) © photo Pierre PICCININ- HAMA (15 de julio de 2011)

Durante el mes de julio, he estado en Siria, con el propósito de comprobar allí una hipótesis sobre los orígenes de la protesta.

He podido circular con toda libertad, en Deerá, Damasco, Homs, Hama, Maarat-an-Nuuman, Jisr-al-Shugur, a lo largo de la frontera turca, en Deir-ez-Zor, en todos los lugares donde los medios de comunicación informan de que hay problemas…  He constatado que hay distintas protestas, a veces violentas y cuyos objetivos no se identifican con los de demócratas pacíficos. Los Hermanos Musulmanes, en particular, ambicionan la instauración de una república islámica, lo que aterroriza a los cristianos y a la mayor parte de las otras minorías.

Pero, además del objetivo de mi investigación, me sorprendió constatar que la imagen de Siria propuesta por los medios de comunicación occidentales, imagen de un país en revolución, no corresponde en ningún caso a la realidad observable sobre el terreno. Los grandes movimientos del comienzo se han apagado, sobre todo a causa de la represión, y las manifestaciones no reúnen a más de varios centenares de personas solamente, con frecuencia a la salida de las mezquitas, no sin una influencia islamista.

Así, en la ciudad de Hama, sede de los Hermanos Musulmanes, casi en estado de sitio, tienen lugar aún grandes manifestaciones. Centro de una violenta revuelta, en 1982, que fue aplastada por Hafez Al-Assad, el padre del actual presidente, Hama está hoy cercada por carros blindados, pero el gobierno ha elegido evitar el baño de sangre, por temor a las reacciones de la comunidad internacional, y ha optado por dejar que la situación se vaya degenerando.

El viernes 15 de julio, llegué a Hama. Enseguida, me rodearon los jóvenes que hacen la ley. Enseñé mi pasaporte belga y la situación se calmó: "¡Bélgicaa!, ¡Bélgicaa!"; como único observador extranjero en el lugar, me escoltaron entre los manifestantes. Puede acceder a un inmueble alto, desde donde tomé una serie de fotografías de conjunto. En la plaza Asidi, al final de la gran avenida Al-Alhamein, finalizada la oración, miles de personas han llegado corriendo de todos los barrios de la ciudad, la grito de "¡Allah akbar!".

Esa misma noche recibí el despacho de la AFP anunciando que en ese 15 de julio se habían manifestado un millón de personas en toda Siria, de las cuales 500.000 correspondían a la celebrada en Hama. La verdad es que en Hama no había más de 10.000 manifestantes, pero eso no es óbice para que, según Le Monde, el número de manifestantes alcanzara la exorbitante cifra de 1.200.000, algo absolutamente imposible si sabemos que la ciudad de Hama solo tiene 370.000 habitantes.

Es cierto que, a veces, las cifras varían sensiblemente según las fuentes y las estimaciones no son siempre fáciles. Pero, en este caso, no se trata de una variante de estimación: es simple "intoxicación informativa", desinformación, propaganda: 500.000 manifestantes pueden hacer que se tambalee el régimen, pero que sean 10.000 tiene poca repercusión. Y todas las "informaciones" difundidas sobre Siria desde hace tres meses son del mismo orden.

¿La fuente de la AFP?

La que aparece sistemáticamente en todos los medios de comunicación y se ha convertido casi en la única fuente para Siria el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). Bajo esta etiqueta de apariencia honorable, se esconde una organización política, con base en Londres, cuyo presidente, Rami Abdel Ramane, opositor desde hace tiempo al régimen baasista, mantiene estrechas relaciones con los Hermanos Musulmanes.

Así, desde hace varios meses, los medios de comunicación occidentales difunden a propósito de Siria una realidad vista y corregida por una única fuente sobre la cual, según parece, nadie ha juzgado útil hacerse preguntas.

Esta imagen de una Siria en plena revolución y de un partido Baaz al borde de abismo no corresponde en ningún caso a la realidad sobre el terreno, donde el poder controla la situación y donde la protesta se ha reducido considerablemente. Pero, además de esta desinformación relativa al caso sirio, hay algo más grave: las lecciones de Timisoara, de la Guerra del Golfo o los acontecimientos de Yugoslavia no han surtido efecto. Y los medios de comunicación europeos siguen cayendo en la trampa de despachos apresurados, con el riesgo de servir a sus lectores una realidad virtual.

Cuando los medios de comunicación ya no cumplen su deber de información, es la democracia la que esté en peligro.

Pierre Piccinin
Profesor de Historia y de Ciencias Políticas.
Escuela Europea de Bruselas I y Maître de Stages en la Université Libre de Bruxelles (ULB)


La punta de lanza en las campañas de desinformación acerca de la realidad de lo que en Siria viene aconteciendo desde que se comenzaron los conflictos ha sido la cadena qatarí Al-Jazeera, que a veces llega al esperpento para fabricar sus “informaciones”. La historia siguiente es más propia de la Alemania hitleriana que de los tiempos actuales, de presunta libertad y transparencia informativas: El 1º de mayo de 2011, Al-Jazeera transmitió imágenes de una gran manifestación con decenas de miles de personas en Moscú, que presentó como una protesta contra el gobierno sirio, entrevistando en medio de la multitud a algunos “moscovitas” previamente contratados que condenaron indignados al "régimen que derrama la sangre de su pueblo".


Como ocurre con todo lo que dice, la falsificación que corrió por gentileza de Al-Jazeera fue dada por cierta en casi todo el mundo árabe. La farándula fue muy simple y barata de producir: bastó colocar unos cuantos actores con el papel aprendido en la celebración anual del 1º de mayo, que reunió a unas cuarenta mil personas en Moscú para rodar las imágenes de este informativo tan estridente, ya que cualquiera puede enterarse de que nunca ha habido una manifestación contra el presidente Al-Assad en Moscú.




De lo escrito por mi, tanto en este artículo como en el anterior, no se desprende, mi mucho menos, que atribuya los millares de víctimas que el conflicto sirio se cobra cada día a la exclusiva vesania de los guerrilleros yihadistas. Es más, hasta concedo que una buen a parte de las muertes sean debidas a las acciones del ejército leal al régimen de Damasco, cosa lógica hasta cierto punto si consideramos que las bandas armadas de guerrilleros yihadistas buscan refugio entre la población para usarla como defensas humanas ante los ataques de los militares y clamar luego contra la crueldad de Al-Assad. Se trata de las muertes que ocurren en todas las guerras en las que los frentes coinciden con pueblos y zonas habitadas, eso que con cinismo suelen ser denominados “daños colaterales”. Pero, reconocido esto, no me cabe duda de que esas horripilantes masacres realizadas con refinamiento propio de matarifes, que espantan a medio mundo, así como los atentados terroristas que salpican de sangre las ciudades sirias, son en su inmensa mayoría obra de los mercenarios yihadistas, bien entrenados en el odio y en la venganza en todos los escenarios yihadistas, desde Chechenia a Afganistan o desde Kabul y Bagdad a los campos de Libia, lugares en los que el yihadismo islamista se ha entrenado en salvajismo para la gran batalla final que deberá poner en sus manos a todas naciones musulmanas, paso previo para lanzarse a imponer el Islam al mundo entero, para mayor gloria de Alá, pero después de haber rematado su tarea de arrasar Siria y derrocar al gobierno de Bashar Al-Assad, el único régimen laico existente en el mundo musulmán, no lo olvidemos.


Patio de la Mezquita Omeya de Damasco

Cartel propagandístico de Basar Al-Assad en una
calle del centro de Damasco, en noviembre de 2010

La tentación de excederse en la represión es una tentación propia de todos los sistemas políticos. El régimen sirio, acosado y con todo su poderío militar y policial intacto, no se libra de su correspondiente cuota de violencia, aunque sobre este punto habría mucho que escribir acerca de la manipulación ofrecida por los medios informativos occidentales. El testimonio personal del ya citado Pierre Piccinin es nuevamente esclarecedor para mostrar la otra cara del régimen sirio. En su artículo "Infierno: en el corazón de las prisiones de los servicios de inteligencia sirios”, cuenta con crudeza su paso por los calabozos de la policía secreta siria, tras ser detenido el 17 de mayo pasado por resultar sospechoso de colaborar con los rebeldes, salvando la vida de verdadero milagro. Su sola lectura basta y sobra para que podamos afirmar que el respeto por los derechos humanos importa poco den el enfrentamiento que desgarra la nación siria (pinchar aquí). 

Con este testimonio de Pierre Piccini creo que doy cumplimiento a mi propósito de facilitar, a quienes leyeren mis artículos, la poliédrica y más que terrible realidad de los padecimientos de un pueblo cogido entre la situación actual y la que advendrá si los yihadistas sunitas acceden al poder y la ortodoxia wahabita de la Hermanda Musulmana da suelta al odio y a los deseos de venganza acumulados durante los cuarenta y nueve años que lleva en el poder el régimen sirio con la familia Al-Assad al frente. Su caída propiciará la noche de los cuchillos largos más larga y sangrienta de la Historia contra todas las minorías en las que se apoya el régimen de Damasco, empezando por las cristianas en sus diversas observancias, así como las lágrimas de cocodrilo que derramarán los gobiernos y los medios de comunicación de los países que hoy echan leña al fuego para que la hoguera siria arda lo más rápida y completamente posible.




No existen muchos precedentes en la Historia, si es que alguno hubiere, que, aprovechándose de sus propias contradicciones internas, un régimen gobernante sea desalojado del poder a sangre y fuego por fuerzas procedentes del exterior sin oponer toda la resistencia de la que sea capaz, sobre todo si, como ocurre en Siria, al derrocamiento del gobierno seguirá el exterminio físico de toda su clase dirigente, así como de las comunidades que le han apoyado. Para Bashar Al-Assad no existe otra alternativa que la de aplastar a sus enemigos, cuya apuesta no es otra que regresar a la Edad Media, o dejar abandonado a los suyos y partir hacia el exilio para salvarse él y los suyos. Hasta ahora ha optado por lo primero, pero el tiempo es largo, la sangre derramada mucha y sus enemigos demasiado poderosos para creer que el régimen de Damasco pueda sobrevivir al reto de la tempestad de violencia criminal desencadenada, ejecutada y tan cuidadosamente planificada.

Manifestación islamista en la que la imagen del presidente Bashar Al-Assd
 es presentada como "el Gran Satán"

Considero oportuno resaltar que a conclusiones parecidas a las mías llegan los analistas del Real Instituto Elcano, pese a la conocida vinculación a la OTAN de esta institución privada española creada para servir de foro de análisis y discusión sobre la actualidad internacional y muy particularmente sobre las relaciones internacionales de España. Del artículo “Sobre la campaña de atentados terroristas en Siria", publicado el día 21 de mayo pasado y firmado por Fernando Reinares, reproduzco los siguientes y párrafos:

A estas alturas de conflicto armado en Siria, sin embargo, es difícil negar que tras la actual campaña de atentados en Siria hay alguna organización yihadista dotada de su propia agenda política. Desde su aparición en enero de 2012, Jabhat al-Nusrah (Frente de la Victoria), reconocida internacionalmente por destacados doctrinarios y entidades yihadistas, ha reclamado la autoría, mediante su exclusivo canal de propaganda denominado Al-Manarah al-Bayda, de no menos de nueve atentados, por lo común coordinados y con frecuencia suicidas, modalidades ambas características del terrorismo de Al-Qaeda.

Es muy probable que los miembros locales de aquella organización, Jabhat al-Nusrah, estén vinculados con operativos de la rama iraquí de al-Qaeda, que ha intensificado sus actividades terroristas desde que las tropas estadounidenses salieron de Irak en diciembre de 2011 y ya contaba con presencia en el este de Siria, donde asimismo han operado grupos afines como las llamadas Brigadas Abdullah Azzam”.


Frente ente a estas razonables conclusiones, causa sonrojo la desinformación orquestada de los medios de comunicación españoles y, muchísimo más, la actitud de nuestro gobierno hacia una nación que, pese a todo, es miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas, con cuyo gobierno hemos mantenido buenas relaciones comerciales y diplomáticas y con cuya policía han colaborado nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad en asuntos relacionados con el terrorismo islamista.

Tampoco resulta alentador ver cómo el Grupo de “Acción para Siria” actúa de manera parecida a los procesos neocoloniales propios del siglo XIX, intentando imponer una salida política al conflicto sin contar con la opinión del pueblo sirio. Aunque el grupo ha terminado por proponer un gobierno de transición, con representantes del gobierno actual y de la oposición no militar, la resolución ha evidenciado un doble fracaso para la estrategia de los países occidentales, ya que no contempla la destitución del presidente Al-Assad, ni la subordinación de la nación siria a los criterios de “iraquización” del conflicto que promueve Hillary Clinton desde la Secretaría de Estado norteamericana.


Hillary Clinton 

Los próximos días y semanas serán muy importantes, pero parece obvio que el mapa de Oriente Medio se quiere reorganizar en territorio sirio y que el verdadero perdedor será su pueblo, muy especialmente las minorías religiosas que llevan tantísimos siglos de convivencia en Siria, las mismas que no pueden hacer otra cosa que apoyar al régimen del presidente Bashar Al-Assad, aunque ya existan intententos de desmarcarse para capear mejor, o intentarlo al menos, lo que pueda venir. Por esta causa, el Patriarca cristiano-maronita de Líbano, Rai Bishara ha señalado que los cristianos de Siria no son compatibles con el régimen del presidente Al-Assad, pero sí quieren estabilidad en su país devastado por la guerra. A una semana de la llegada al Líbano del Papa Benedicto XVI, Rai señaló:  "Les digo a los occidentales que dicen que los cristianos están con el régimen sirio, que no estamos con los regímenes, sino con el Estado, y eso es una gran diferencia”. Monseñor Rai resumió su postura diciendo que "en Irak, cuando Sadan Hussein fue removido, perdimos un millón de cristianos, ¿por qué? Pues porque la caída del régimen dejó un gran vacío de poder. En Siria ocurre lo mismo, los cristianos no apoyan al régimen, pero tienen miedo de lo que pueda venir después."

El número de cristianos en Irak cayó de casi un millón, bajo el régimen de Sadam, a unos cuatrocientos mil en la actualidad, a raíz de la ola de ataques mortales por parte de los grupos extremistas islámicos, lo que inició un éxodo masivo de los cristianos que todavía perdura. La denominada "Primavera Árabe" ha asustado a muchos cristianos, que son una minoría en los países del Oriente Próximo y están muy preocupados por su supervivencia debido a la orientación islamista de los cambios en la región. Los cristianos sirios constituyen una de las más antiguas comunidades religiosas y a pesar de representar solamente el 5% de una población de veintidós millones, han gozado de libertad religiosa desde el nacimiento del Estado sirio actual, libertad que el régimen baazista ha mantenido y protegido de manera permanente.


Monseñor Rai Bishara, 
Patriarca cristiano-maronita del Líbano

Con antecedentes tan conflictivos, la situación actual corre el grave peligro de "libanizarse", lo que lo alargaría indefinidamente en el tiempo, mientras los países líderes de los dos bloques en colisión mueven los peones para consolidar sus posiciones dominanates en el tablero del Gran Juego, que al menor fallo puede colocarnos al borde mismo de la III Guerra Mundial. Mientras, deberemos aguantarnos y vivir en el equilibrio del miedo, con el que amordazan sus disidencias y contradicciones internas en nombre esa palabra tan prostituida y hasta vaciada por el mal uso de cualquier significado real. A la palabra “paz” me refiero, naturalmente. ¡Y que decir sobre el manejo que se está haciendo de las “razones humanitarias” para justificar respecto a Siria una intervención que colocará al país en consonancia con la democracia de cartón piedra impuesta por EE.UU. a Irak y que paga su precio con la sangre de las víctimas de las acciones terroristas que se suceden sin tregua ni perspectiva alguna que nos haga concebir un atisbo de esperanza.

Como pronto iniciaré un viaje de larga duración, que traerá consigo sus propios afanes, por el momento no volveré a escribir sobre Siria, ni a dedicar mi tiempo a seguir al día la tragedia de un pueblo que puede considerarse mártir de su propia Historia. Solamente quiero añadir que he intentado plasmar en mis dos artículos con honradez y absoluta independencia la poliédrica realidad de un conflicto que sobrepasa con su desmesura cualquier conciencia civilizada y cuyas consecuencias posteriores pueden ser todavía más terribles que su realidad actual para todo el mundo y muy especialmente para Europa. Solo me queda desear para el amistoso pueblo sirio mis mejores deseos de que encuentre, con la ayuda de quien sea y venga de donde venga, la vida en paz que todos los seres humanos merecen para seguir siendo humanos, no lobos feroces.

Málaga, a 11 de septiembre de 2012

©  Copyright José Baena Reigal


Puesta de sol en Qaalat ibn-Mann. Palmira


1 comentario:

  1. GRAVES MANIPULACIONES DE LA ONG “HUMAN RIGHTS WATCH” EN SIRIA. Publicado el día 11 de marzo de 2015

    http://elmicrolector.org/2015/03/10/graves-manipulaciones-de-la-ong-human-rights-watch-en-siria/#more-1523

    La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, ha sido pillada recientemente intentando fabricar “pruebas” acerca del uso de bombas ilegales por parte de Al-Assad.

    El 25 de febrero, la ONG publicó una foto de una zona civil devastada en Siria con el lema “Siria lanzó bombas de barril prohibidas”.

    Dicha prohibición hacía referencia a la prohibición de bombardear zonas civiles con estas armas prohibidas, aplicada a ambos bandos en la ciudad de Alepo por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

    El problema es que la foto que acompañaba a dicho tweet de Human Rights Watch yq ue mostraba una área civil completamente destruída, no correspondía a bombardeos realizados por el gobierno sirio, sino a bombardeos de EEUU.

    La foto en realidad era una imagen de Kobane (Ayn al-Arab), la ciudad que ha sido escenario de fuertes bombardeos aéreos de Estados Unidos en los últimos meses.

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